El gas natural como transformador de vidas
Artículo publicado originalmente en "OBJETIVO 2030 | 5a Edición", en este enlace
Por: VANTI
La Agenda 2030, que ya casi va por la mitad de su duración planificada, fue diseñada de tal manera que los Objetivos de Desarrollo Sostenible contenidos en ella estuvieran interconectados. Ejemplo de esto es el ODS 9, el cual nos traza el objetivo de apalancarnos en la innovación en infraestructura, incluida aquella de base tecnológica o digital, para generar desarrollo, crecimiento y equidad, lo que a su vez ayuda a alcanzar metas de otros ODS.
Reflejo de la interconexión virtuosa de la Agenda 2030 es lo que la llamada “Revolución Silenciosa del Gas Natural”, una inversión en infraestructura innovadora, hizo por los temas de equidad género contenidos en el ODS 5. Sin duda, la llegada y masificación del gas natural como reemplazo del cocinol (un combustible inseguro que causó problemas sociales, políticos y de seguridad para los usuarios) ha sido clave para cambiar los hábitos de las familias colombianas que cuentan con un suministro de forma continua, permanente, eficiente, barato y seguro. Pero, sobre todo, estos beneficios recayeron en quienes han sido históricamente encargadas del trabajo no remunerado del hogar: las mujeres.
Hoy, el gas natural es considerado un servicio público básico que beneficia a más de 35 millones de habitantes en Colombia, siendo uno de los principales energéticos, no solo en sector residencial, sino en el comercial, industrial y de movilidad de pasajeros, carga y particulares. En este marco, Vanti, con la experiencia de más de 30 años en el mercado, atiende a más 3,4 millones de clientes en los diferentes segmentos, beneficiando alrededor de 12 millones de personas -el 34% del mercado a nivel nacional-, a través de la instalación de una red de distribución de más de 24.000 kilómetros, el gasoducto urbano más grande del país.
Así, además de generar beneficios sociales a partir del gas natural, Vanti también se ha convertido en aliado de las mujeres, en cuyas manos aún recaen gran parte de las labores del cuidado del hogar, lo que genera un obstáculo que dificulta el cierre de brechas de género. De hecho, según la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT) del DANE, en Colombia las mujeres dedican más del doble del tiempo que los hombres en actividades de trabajo no remunerado, como es el caso de suministro de alimentos, con una participación del 79,1% de las mujeres en esa labor en comparación con el 32,1% de los hombres. Así mismo, se evidenció que el 43,1% de los hogares es encabezado por una mujer, lo que significa que muchas de ellas tienen que buscar su sustento.
Mientras logramos cerrar esta brecha y alcanzar niveles de corresponsabilidad adecuados en los que los hombres asuman su parte, el gas natural ayuda a la economía del cuidado, favoreciendo los procesos del trabajo no remunerado del hogar gracias a su eficiencia y bajo costo.
Adicionalmente, muchos negocios han incorporado el gas natural dentro de los procesos de sus negocios gracias a su versatilidad de usos, precio y eficiencia. Por ello, su uso en comercios se ha masificado, apoyando que surjan y crezcan emprendimientos del sector gastronómico, incluyendo aquellos liderados por mujeres. Por otro lado, y con el compromiso de sumar a la construcción de un país más equitativo a partir de su negocio, Vanti ha desarrollado un plan para gestionar sus asuntos ambientales, sociales y de gobierno corporativo de manera responsable y consciente, dentro del que, no solamente se busca maximizar impactos positivos de su operación, sino también desplegar un portafolio de inversión social con tres ejes: equidad, ambiental y solidario.
En el eje de Equidad, se desarrolla el programa “Gastronomía para Avanzar”, enfocado en beneficiar a jóvenes y adultos del sector gastronómico y de plazas de mercado a través de una formación para mejorar sus competencias laborales. En este marco, Vanti realizó un diplomado y curso en Cocina Tradicional Colombiana con la Fundación Universitaria del Área Andina y la participación del Instituto Para la Economía Social - IPES, llegando a más de 150 personas. De estas, el 35% han sido mujeres con emprendimientos gastronómicos o que trabajan en el sector; y el 70% de mujeres cocineras por tradición que laboran en plazas de mercado de Bogotá.
Así mismo, en este eje, Vanti cuenta con el proyecto “Una Mano para Avanzar”, que busca mejorar la calidad de vida de población en condición de vulnerabilidad a través de dotación de gasodomésticos para usos de cocción, calefacción y lavanderías comunitarias, en alianza de instituciones sociales y de cuidado.
Ejemplos como los anteriores demuestran que las acciones responsables de las empresas impactan de diferentes maneras las metas de desarrollo sostenible de los países. Es indispensable seguir avanzando en esa línea con un principio claro:
Artículo publicado originalmente en "OBJETIVO 2030 | 5a Edición", en este enlace