Tendencia al alza
En el portafolio de familiares, amigos y personalidades admiradas siempre hay madres que son papá y mamá, hay quienes han sido criados solo por sus madres o mujeres que han asumido solas, pero con éxito, la crianza de hermanos, sobrinos y hasta vecinos.
Como ejemplo en la farándula internacional Sofía Vergara, Jody Foster, Sandra Bullock, Angelina Jolie, la premio Oscar Halle Berry, Kristin Davis (Charlote) de la serie Sex and the City han asumido los roles de madre y padre; por otro lado Justin Bieber, Christina Aguilera, María Carey y hasta Barack Obama fueron educados única o mayormente por su madre.
En España, en 1975, solo 2% de los niños eran hijos de madres solteras y en 2015, según el Instituto Nacional de Estadística, 44,5% de los nacidos eran de madres solteras casi llegando a los niveles de Francia, Suecia e Islandia que superan 50%.
En el país ibérico, cada año 1.500 mujeres sin pareja eligen las técnicas de reproducción asistida según la Sociedad Española de Fertilidad y un 10% en adopción son acogidos por madres solteras, según el Instituto de la Mujer. Las cifras muestran que 10,3% de los hogares son monoparentales de los cuales 81,3% corresponde a mujeres, es decir 1.541.700 hogares españoles.
En Suramérica más de la mitad de los niños son hijos de madres que no tiene vínculo matrimonial con los padres y en Colombia, según el Dane, se calcula que hay mas de 12 millones son madres cabeza de familia - de 23.312.832 de mujeres -. En la ciudad de Bogotá, según una Encuesta Multipropósito de 2017, 11,7% es monoparental con madre cabeza de familia frente a 2,1% donde el padre es cabeza de familia, para un total de 2.699.825 hogares.
Es cierto también que las conquistas sociales, políticas y económicas de las mujeres en el mundo han llevado a lograr cada vez más oportunidades, más liderazgos y más posibilidades transformadoras de realidades. Los estudios de los grandes centros del conocimiento demuestran las eficiencias de las juntas y equipos directivos donde hay mujeres; las mejoras en los procesos de las empresas e instituciones con participación femenina; los rendimientos de los equipos donde hay diversidad de género; así mismo la riqueza en los ejercicios de innovación; y no menos importante el entendimiento distinto y la intuición en la solución de problemas desde la óptica de las mujeres.
Sin embargo, parodiando en viejo adagio de, “ni tanto que queme al santo ni tan poco que no lo alumbre”, la paridad debe ser resultado de una igualdad de oportunidades y de una libre y transparente competencia donde gana el mejor, el que más se ajusta a la necesidad y al requerimiento, pero nunca podrá ser porque es norma, o porque es políticamente correcto, porque estamos en un concurso de vanidades corporativas, o porque hay una deuda histórica - de alguien o algo de lo que no somos responsables-.
La continua comprensión del mundo, la construcción de sociedades más sostenibles, el cuidado auténtico de la especie y el planeta, la búsqueda de la felicidad para las futuras generaciones debe asegurar la inclusión sin revanchismo y la justicia por encima del derecho.
Feliz día a las madres que levantan ejemplarmente sus familias asumiendo roles de padres, pero también a los padres que con alma vida y corazón hacen de madres.
Artículo publicado originalmente en La República
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