De una manera algo inconsciente y casi desprevenida, Soda entró sin viaje de regreso, en esa memoria musical que todos llevamos dentro. Y hoy, sin comparativos ni competencias, es mi banda de culto. Son muchos los años siguiéndole la pista y su trayectoria. Haciendo memoria, tal vez escuché por primera vez sus canciones hacia 1985.
Además de tener su discografía completa, videos, revistas, libros, camisetas y todo lo que un buen fan puede tener, tal vez lo más significativo que guardo de Soda, son los recuerdos de haber visto a la banda en vivo. Haber visto todas sus presentaciones en Bogotá, me da la satisfacción de haber vivido experiencias inolvidables. Siempre ver a Cerati liderando su banda, fue sin lugar a dudas, un placer infinito y el estado máximo de admiración y respeto que puedo tener hacia Soda Stereo.
Sus letras se convirtieron en verdadera poesía para mí y perdí la cuenta de la cantidad de extracción de frases que hice durante todos estos años, de la gran mayoría de sus canciones. "El silencio no es tiempo perdido…" una de ellas, fueron llevando a Cerati en un estado de poeta contemporáneo.
Durante las etapas como solista, como después de la separación de Soda, seguirle la pista a Cerati, se convirtió en una especie de fidelidad hacia Soda. Era como ver el alma de la agrupación, la "continuidad" de la banda...y por ello nunca fallé a ninguna de sus presentaciones en Bogotá. Musicalmente era un nivel exquisito e insuperable el que mostraba cada que vez que subía a un escenario. Recuerdo con especial emoción el concierto en la Plaza de Toros La Santamaría en su gira “Ahí Vamos”.
La última vez que vi a Cerati en vivo fue el 13 de mayo de 2010, en el Coliseo Cubierto El Campín de Bogotá, en su show como parte de la gira “Fuerza Natural”, nombre del último disco que grabó. Dos días después, al finalizar su presentación en Caracas, sufre el accidente cerebrovascular, del cual no volvió a despertar del estado de coma. Si lo hubiera hecho, estoy seguro que se sorprendería de la cantidad de gente que lo deseaba. Por esos años, me emocionaba leer los mensajes de aliento y esperanza que le transmitían por todos lados. Lo que siguió después ya es historia...
El 4 de septiembre de 2014, fue uno de esos días tristes que uno tiene asignados en la vida. Entre lágrimas, ese día me enteré de la muerte de Cerati. Era extraño...recibía mensajes de mucha gente, entre ellos mi mamá. Ellos seguramente entendían, que yo perdía algo en mi vida.
Confieso que siempre soñé con conocer personalmente a Cerati, Zeta o Charly. Los que tenemos ídolos musicales, seguramente es un deseo natural que nos ronda y persigue durante la vida. Después de la partida de Cerati, solo tenía dos oportunidades.
En junio de 2016, por circunstancias de mi vida profesional, la oportunidad llegó. Tener enfrente a un Soda era algo casi irreal e imaginario. Una situación que rayaba con lo mágico. Con algo de nervios y sin saber que decirle exactamente, le estreché la mano a Charly Alberti y le dije: "haces parte de mi banda favorita, significa muchísimo para mí este momento...". Luego de la consabida fotografía, le pedí que me firmara la carátula de uno de mis discos preferidos de la banda: Ruido Blanco.
Todo esto ocurrió en un evento de presentación de la Fundación REVOLUCION 21, fundada por el propio Charly Alberti, tras comprender la profundidad de la crisis climática y los desafíos y oportunidades que ésta presenta para Latinoamérica. Es así, como Charly difunde la crisis ambiental global, aprovechando su capacidad para alcanzar a millones de personas.
Ese día comprendí, que con la misma pasión que le dedicó su vida a Soda Stereo, dedica su tiempo a expandir y transmitir un mensaje por un mundo mejor, más sostenible y habitable para futuras generaciones.
Soy un convencido que impactando a las nuevas generaciones, creando conciencia sobre el cambio ambiental global y la generación de acciones de mitigación, es posible construir un mundo que crezca y revalorice sus recursos naturales.
He trabajado durante más de 20 años en el sector de empaques plásticos. La sostenibilidad y la responsabilidad medioambiental no se pueden ignorar. Deben convertirse en un eje fundamental de trabajo para con nuestro planeta. En este sentido los Objetivos de Desarrollo Sostenible, nos trazan una hoja de ruta maravillosa y nos plantean metas en las cuales debemos ocuparnos.
Puntualmente sobre el No. 12: Producción y Consumo Responsables, considero que el plástico es sólo un material, ni bueno ni malo. Hace 70 años la economía era lineal y la premisa era tomar, usar y desechar, luego, a principios de los 2000, se creó consciencia sobre los conceptos de reducir, reciclar y reutilizar, y no fue sino hasta el año 2010 que se comenzó a desarrollar el modelo de economía circular.
Es por ello que los invito a pensar en la economía circular, como una herramienta esencialmente colaborativa. El mundo hoy nos exige hacernos cargo de los problemas del medio ambiente y entender que es responsabilidad de todos.
La opinión expresada en esta entrada de blog es de exclusiva responsabilidad de su autor y no necesariamente reflejan el punto de vista de Pacto Global Red Colombia.
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