Lo hemos visto alrededor del mundo. Los países con economías desarrolladas cuentan con voluntariados más robustos, más activos y más listos para ser parte de las soluciones que requieren sus comunidades. En los países más desafiados, los movimientos voluntarios luchan como parte de un sistema que aún no comprende cuál es su relevancia en esa sociedad. De manera que en tiempos de recesión y desafíos económicos globales, como es de suponer, las organizaciones de trabajo voluntario también están desafiadas.
Recientemente compartía esta realidad a través de una entrevista que me hacían desde España, en la que la conductora me preguntaba algo como: "¿qué le recomendarías a los líderes de familia de estos tiempos para la formación de sus jóvenes?".
La respuesta está desde hace mucho muy clara para mí… No solo muestren caminos para el estudio, el trabajo y la familia… ¡Incorporen en la visión de desarrollo personal la experiencia de ser voluntario!
Los valores y las competencias que se desarrollan formando parte de equipos voluntarios en tan diversas áreas del quehacer humano, no suelen aprenderse en la casa, en la escuela, ni en la universidad, al menos no con la contundencia de la experiencia que se vive. La motivación, la sostenibilidad, la disciplina, la humildad, la solidaridad, la visión de equipo, el valor de las alianzas, son recursos que no nos son entregados en la educación formal con esa fuerza, porque además solo pueden asentarse como aprendizajes significativos cuando se aprenden poniéndolos en práctica.
Sin embargo, con frecuencia los voluntarios se enfrentan a una pregunta en sus familias que revela que esto aún no se ha comprendido: "¿qué tanto haces ahí si no te pagan?".
Es la pregunta de quien no ha comprendido que el bienestar y la prosperidad se construye entre todos, es la visión de comunidades cortoplacistas y de líderes que aún no ven el valor que suma a un individuo la experiencia de hacer equipo para servir... Vivencias que les harán mejores empresarios, mejores trabajadores, mejores vecinos, mejores líderes de familia, y sí, mejores hijos.
La opinión expresada en esta entrada de blog es de exclusiva responsabilidad de su autor y no necesariamente reflejan el punto de vista de Pacto Global Red Colombia.
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