El mundo envejece, y como consecuencia trae un cambio en la composición etaria de la población; Dicha transformación se ha dado a raíz de la revolución científico-técnica del siglo XXI, lo cual plantea oportunidades y también retos. Dentro de los últimos está la conservación de la calidad de vida1.
Por lo anterior, pasan los días y más y mejores caminos toman el rumbo de eso que se denomina Economía Plateada. Los avances a este respecto recien empiezan en Colombia en donde me atrevo a afirmar que a día de hoy han existido dos momentos “bisagra” que transformaron el desarrollo de este nuevo sector económico:
Por un lado el punto de inflexión desde lo público se dio en el año 2020 con la Adhesión como país a la convención de los derechos humanos de las personas mayores (Ley 2055 del 2020).
Desde lo privado, se da una transformación a raíz de la COVID-19 (año 2019) gracias a la exposición que la misma hizo de las vulnerabilidades y también de las capacidades de las personas que superan los 60 años, lo que evidenció, entre otras cosas, su importantísimo papel en la salida de la crisis económica en la que nos sumergió (y nos sigue sumergiendo) la pandemia.
Tomando lo anterior como punto de partida, el papel de los mayores en Colombia se transformó en aras de desarrollar, alinear y ejecutar nuevos productos y servicios para seniors, pero más importante que eso, desarrollados con seniors; con lo anterior se está empezando a gestar una economía plateada que además de responder a necesidades propias del ciclo vital, se enfoca en crear productos y servicios que respondan a las habilidades y deseos de esta población.
Pese a lo anterior Colombia como país tiene una particularidad, en la región es el estado con el mayor hueco pensional, pues tan solo el 27% de las personas en etapa jubilatoria logran alcanzar la devolución de dividendos.
Entonces, ¿cuáles son los principales retos relacionados con la ampliación de capacidades para generación de ingresos dirigidos a personas mayores?. De esto se conversó el pasado 24 de agosto en conmemoración del mes de la vejez y el envejecimiento en Colombia en el marco del evento “Envejecer sin miedo al abandono” realizado por la subdirección de vejez y envejecimiento de Bogotá, las conclusiones fueron diversas, a continuación algunas de las citadas:
En conclusión, en un presente en el que no envejecemos cuando cumplimos cierta edad, sino cuando nuestra salud, nuestro bienestar mental y nuestras ganas de vivir se acaban (mira la historia de atletas mayores), es decir en dondeel envejecimiento es relativo a nuestras capacidades y deseos, muchas personas, instituciones, entidades y científicos están concentrados no en prolongar la vida a través de la tecnología (porque ya se convirtió en un logro), sino en ampliar las posibilidades de vivirla felizmente.
1 Ms.C. Rubio D. Y., Ms.C. Rivera L., MSc. Lourdes B. O., Lic. Fausto G. C. (2015, junio). “Calidad de vida en el adulto mayor”, VARONA, Revista Científico-Metodológica, No. 61.
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