G7 en Hiroshima: Una apuesta por el balance global

Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino unido adelantaron la cumbre del G7 en sobria recordación de las víctimas de la ciudad que sufriera el primer bombardeo atómico de la historia.

La cumbre de los líderes de naciones democráticas de gran importancia abordó a lo largo de tres días temas fundamentales que formaron parte de la Declaración de Hiroshima, como la invasión rusa a Ucrania frente a la cual fue nítido el apoyo a Zelenski y la ampliación de las ayudas militares a la resistencia ucraniana; los esfuerzos de Occidente por morigerar la influencia económica de China que algunos como la subdirectora editorial para las Américas de la Agencia EFE consideran pretensión hegemonista y por lograr avances sobre lo que se ha calificado como el desacople comercial de China; la Declaración solicita igualmente a Pekín el cese de sus demandas de soberanía “injustificadas” en la zona del mar de China oriental y que resuelva las tensiones en torno a Taiwán por la vía pacífica.   

Los países del G7 se comprometieron a contrarrestar “prácticas maliciosas” como la transferencia de tecnología ilegítima o la divulgación de datos; reafirmaron su compromiso por la consecución de un mundo libre de armas nucleares y la no proliferación atómica. Pidieron más sanciones a las Naciones Unidas sobre Corea del Norte por su “volumen sin precedentes” de lanzamientos de misiles en 2022. Se comprometen a tomar las medidas para garantizar la estabilidad financiera ante transformaciones como la digitalización bancaria y la proliferación de criptoactivos. Destacan la urgencia de apoyar a las economías pequeñas y medias en sus problemas de deuda y se comprometen a aportar 21.000 millones de dólares para atajar crisis humanitarias.

De gran importancia es la coincidencia de los Siete en su visión sobre una reconfiguración de las cadenas de suministro para volverlas más resilientes y diversas a fin de hacerlas más justas. Es de alta trascendencia el compromiso de trabajo para crear un marco normativo en torno a las inteligencias artificiales generativas para evitar los riesgos que conlleva su rápida expansión desregulada.

En otros aspectos, se ratificaron compromisos frente al Acuerdo de París en cuanto a la temperatura global y la reducción a cero en las emisiones de GEI para 2050. Aunque la Declaración de Hiroshima hace menciones a los asuntos climáticos y de género, así como a otros elementos de preocupación general, es preciso destacar las múltiples aproximaciones bilaterales que se dieron en el ámbito de la cumbre. La reunión entre el Presidente Zelenski y el Primer Ministro Narendra Modi si bien no arroja resultados marca un movimiento de Nueva Delhi en favor del diálogo político y diplomático para detener la guerra. A su vez, poco antes de la iniciación formal de la reunión del G7, Joe Biden y Fumio Kishida coincidieron en la necesidad de defender un Indopacífico libre y abierto, bajo la connotación de una región segura y con libertades democráticas.

Culmina así una cumbre del G7 que hace una apuesta inquebrantable por Ucrania, promueve el equilibrio planetario entre grandes poderes bajo una perspectiva más flexible respecto a la alineación férrea del pasado y advierte al mundo sobre el liderazgo de Fumio Kishida, Primer Ministro japonés que, en su condición de anfitrión logra una reunión con significado histórico, honrando su fama de gestor discreto y eficaz. Diplomático de alto reconocimiento, ex ministro de Exteriores y de Defensa que encabeza la facción liberal del partido conservador nipón. Un verdadero componedor que no teme por revisar postulados neoliberales en apoyo de las pequeñas empresas sin soslayar observaciones al mundo corporativo mientras asigna estímulos económicos al sector productivo en el ciclo pos pandémico. Gestor de la visita de Obama a Hiroshima en 2017, ha escalado el mismo escenario para el G7 con mucho éxito en la promoción del desarme nuclear. Gobernante de gran estilo, todo un muñidor que concierta tratos en las cofradías de naciones poderosas.

Artículo publicado originalmente en La Línea del Medio

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