Bienvenidos y bienvenidas a la década del envejecimiento saludable
Según la Organización Mundial de La Salud (OMS) “entre el año 2015 y 2030 la población de 60 años y más se elevará de 900 a más de 1.400 millones de personas. Esto supone un incremento del 64% en tan solo 15 años”, generando una transformación que tiene mayor impacto en países en vía de desarrollo.
Colombia por su parte, en el año 2045 será considerada una sociedad adulta en la que la tasa de natalidad baja a un ritmo vertiginoso, a la par que el ciclo vital se extiende.
Esta transformación demográfica supone grandes retos tanto a nivel social como económico: desde el punto de vista social existe una gran necesidad de gestar junto con las personas mayores de 60 años, ciudades amigables en donde crear espacios de participación colectiva sea prioridad.
Sumado a lo anterior, como sociedad debemos comprender la importancia de reconocer a boomers como Frank Gehry quien luego de una crisis a los 50 años se convirtió en uno de los arquitectos icónicos en el mundo con una gran capacidad de adaptación, formando parte de los precursores de la democratización de la resiliencia.
Agreguemos además la importancia de hablar del yo-sostenible, lo que significa poner en valor qué somos y entender que las capacidades con las cuales contamos para cumplir nuestros sueños están presentes tengamos la edad que tengamos, así lo demuestran la gimnasta Uzbeka Oksana Chusovitina, quien con 46 años es la atleta más longeva en los olímpicos de Tokio 2020 y Wally Funk, la aviadora de 82 años quien cumplió su sueño al volar con Blue Origin al espacio en el 2021.
En cuanto al desarrollo económico se hace necesario tomar conciencia del impacto de la transformación demográfica en el mercado laboral, pues el grueso de la población activa estará concentrada en las personas entre los 50 y 55 años en el futuro próximo, lo que quiere decir que generar sinergias entre todas las generaciones es de vital importancia. Reconocer esta realidad nos permitirá entender que las diferencias generacionales en el ámbito laboral pueden ser beneficiosas, tal es el caso de Consejeros Senior, un programa desarrollado en Colombia cuyo objetivo es transferir conocimiento entre jubilados y jóvenes emprendedores y cuya premisa es el orgullo de la edad.
Dicho lo anterior, se hace necesario gestar transformaciones sociales que nos permitan dar ese paso en el cual avancemos del propósito de cambiar el paradigma de la edad a las acciones concretas que busquen garantizar, a través del foco en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS 2030), una vida saludable y promover el bienestar para todos y todas en todas las edades; en donde fomentar el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo, y el trabajo decente para todos sea preponderante generando efectos positivos en la reducción de las desigualdades entre países y dentro de ellos.
La invitación es a comprender que envejecer es el proceso natural de la vida, pero la longevidad sólo es posible si vivimos ese proceso de envejecimiento con calidad, en activo, sintiéndonos felices, productivos y con todas nuestras necesidades cubiertas; el llamado es a construir un futuro en el que cuidemos la semántica con la cual nombramos las personas, en donde entendamos que lo digital tiene un papel fundamental en la inclusión, en el que logremos avanzar en beneficio de los mayores en la década el envejecimiento saludable , entendiendo los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 como el “mejor consenso multilateral al que como planeta hemos llegado, y en el que para avanzar siempre debemos ceder algo”.
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