Es bastante lo que vemos, oímos y leemos en Medios Digitales sobre ecoturismo o turismo sostenible y los planes recomendados para el fin de semana y vacaciones, pero, ¿hemos analizado sobre el impacto que tenemos sobre los ecosistemas que visitamos más allá de nuestra diversión? ¿Somos conscientes y responsables a la hora de viajar? ¿Respetamos el medio ambiente y lo cuidamos realmente?
Comenzaré, haciendo referencia a qué es ‘Turismo Sostenible’, porque hablamos sobre el tema, pero, ¿qué es?
Según el artículo de investigación ‘Turismo sostenible, un aporte a la responsabilidad social empresarial: Sus inicios, características y desarrollo. Universidad y Sociedad’, para que el turismo sea sostenible, debe tener sí o sí, tres características; ser ambientalmente respetuoso, es decir que hace uso controlado de los recursos naturales, preserva la biodiversidad y respeta espacios protegidos tanto en la flora como en la fauna, ser ‘socialmente justo’, manteniendo el respeto a la cultura de las comunidades en donde se desarrolle la actividad turística, preservando la autenticidad sociocultural, y por último, ser ‘económicamente viable’, haciendo una repartición equitativa de las ganancias, ayudando a la comunidad en pro de la reducción de pobreza y el mejoramiento en la calidad de vida.
Es entonces, sin duda alguna, la sostenibilidad el pilar fundamental para el desarrollo social, cultural y turístico de cualquier país, y Colombia por supuesto, no debe ser la excepción, es por ello vital, tanto que hayan políticas de Gobierno en cuanto a armonizar los objetivos de desarrollo socio - cultural y económico del turismo, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible - ODS, así como el hacer pedagogía sobre ‘viajar con responsabilidad’, respetando los ecosistemas que se visitan, a su flora y fauna, disminuyendo el desperdicio, reduciendo, reutilizando y reciclando, hasta cuando se está de vacaciones. Así también, es fundamental que los distintos actores de la sociedad sean partícipes del proceso de transformación.
Ahora bien, los vídeos express que vemos en TikTok y Reels de Instagram a diario sobre sitios paradisíacos para visitar, son una alternativa que impulsa el turismo de manera positiva y prolifera el interés tanto nacional como internacional en el mismo, sin embargo, es esencial que todos los creadores de contenido implementen un componente de sostenibilidad en los vídeos compartidos, ¡que hagan pedagogía! Y, es que ellos son idóneos para hacer que el cambio se vuelva ‘tendencia’, que la sostenibilidad y el cuidado del planeta sean ‘tendencia’, porque, al disfrutar de las maravillas de nuestro planeta, nuestro hogar, tenemos la innegable responsabilidad de preservarlo.
Luego, es imprescindible que en una era donde los teléfonos móviles y las Redes Sociales son casi que una extensión del ser humano, como lo dijo Marshall Mcluhan cuando afirmó que; “las tecnologías admiten ser consideradas como prolongaciones de nuestro cuerpo y nuestros sentidos…, los medios de comunicación electrónica admiten ser considerados extensiones de nuestro sistema nervioso central”, hacer uso de éstas como herramienta para lograr el tan necesario cambio, y cuando hablo de cambio, me refiero a la transición hacia nuevos hábitos, maneras de pensar y actuar, los cuales nos lleven no solo a cumplir con las metas de los ODS, sino a ser empáticos con todos los seres que habitamos la tierra.
¡La empatía es la respuesta! Sí, si nos ponemos en los zapatos del otro, llámese planta, animal o ser humano, etc…, sin lugar a dudas, las cosas serán distintas, serán distintas porque estaremos sintiendo realmente la situación del planeta y de los demás seres que lo habitan, y claro, ¡es nuestro asunto!, pero, basta con ver que estamos frente a una crisis climática, para recordar que debemos ser empáticos y tener claro que esto nos afecta y compete a TODOS.
Referencias
http://scielo.sld.cu/pdf/rus/v9n1/rus21117.pdf
https://www.e-unwto.org/doi/pdf/10.18111/9789284417766
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