Aunque muchas veces no lo pensamos así, una de las mejores decisiones que podemos tomar en el aspecto profesional es elegir bien nuestra pareja. Sí bien, hay quienes piensan que el mundo laboral y personal deben estar separados, la verdad es que todos los días nos encontramos ejemplos de compañeros de oficina que su vida profesional es mucho más sencilla porque tienen parejas que los comprenden, apoyan, admiran y comparten las cargas del hogar, sin importar los arcaicos roles de género, para que juntos puedan crecer en lo personal y en lo profesional.
Podríamos pensar que este es un pensamiento de la nueva era, pero hoy quiero compartirles una historia para que nos demos cuenta que cuando existe apoyo familiar todo es posible. Imagínense que el 26 de julio de 1895 en Sceaux - Francia, un pueblo a las afueras de París, Pierre Curie y Mania Sklodowska más tarde conocida como Marie Curie contrajeron matrimonio. Para ese momento, ella estaba terminado sus estudios de física y matemáticas en la Sorbona, mientras él ya era un conocido profesor de física.
Marie, con la ayuda de su esposo, logra que le den un permiso especial para continuar con los análisis de sus investigaciones en un laboratorio, cuando publica los resultados de dicha investigación ya estaba en camino su primera hija Irène. La felicidad de un nuevo integrante familiar venía con un reto, ¿cómo cuidar a su pequeña, sin tener que renunciar a su trabajo científico? Más ahora que se había planteado un reto más ambicioso que era obtener el doctorado en física, distinción que para la época ninguna mujer había recibido. La solución se la dio su suegro, Eugène Curie, quien decidió quedarse en casa para cuidar a su pequeña nieta y así ayudar a su nuera para que lograra seguir trabajando sus largas jornadas en el laboratorio.
Sus estudios para convertirse en doctora le permitieron descubrir dos nuevos elementos para la tabla periódica: el radio y el polonio. Por lo cual recibiría más tarde junto a su esposo el Premio Nobel. Este fue un matrimonio donde siempre hubo admiración y trabajo conjunto, en donde él, no solo se preocupó por su carrera profesional, sino por la de su esposa y de asegurarse que siempre se le diera el crédito por sus investigaciones.
Este ejemplo nos muestra que cuando hay apoyo, comprensión y admiración, todos se ven beneficiados, el matrimonio Curie ganándose el Nobel, el abuelo que logró tener una relación más cercana con sus nietas y en este caso la humanidad, porque gracias al descubrimiento del radio, se hicieron investigaciones posteriores que le dieron paso a la radioterapia que permitiría ser un tratamiento más efectivo para combatir el cáncer.
Entonces, qué tal si todos ponemos en práctica en nuestras casas el apoyo, la admiración y la comprensión, el ser una buena pareja es algo que se construye en el día a día, por eso que chevere que todos los días pongamos nuestro granito de arena para que la persona con la que decidimos compartir nuestra vida se realice profesionalmente con nosotros. Por eso, esta semana quiero invitarlos a que propicien un espacio para tener esa conversación, ya sea compartiendo una deliciosa comida en su restaurante favorito o tomándose una deliciosa copa de vino en casa, aprovechen ese espacio para preguntarle cómo ve su futuro profesional, cuáles son los próximos pasos y si hay algo que usted pueda hacer para apoyar en ese proyecto. Estoy segura que ese espacio no solo será valioso para su pareja sino para usted también, saber qué es lo queremos en cada etapa de nuestras vidas, nos permitirá no perder el foco y seguir creciendo con la mejor compañía :).
¡Feliz semana de hacer feliz a quienes tenemos el placer de compartir nuestra vida!
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