En 2030, centros de IA emitirían 2.500 millones de toneladas de CO2
Según la consultora ERM, los centros de datos, que son esenciales para esta tecnología, están registrando niveles de consumo energético altos.
Por: Diana K. Rodríguez T.
14 enero 2025
El último informe trimestral de sostenibilidad elaborado por ERM, revela importantes desafíos y avances en energía, regulaciones, plásticos y adaptación climática. Este texto destaca cómo las nuevas demandas tecnológicas, las presiones regulatorias y los eventos climáticos extremos están moldeando el panorama global de la sostenibilidad.
Alejandro Duarte, country manager de ERM en Colombia, subrayó la urgencia de enfrentar estas problemáticas. “La creciente demanda de energía impulsada por la IA, la proliferación de falsas afirmaciones sobre sostenibilidad y el impacto de eventos climáticos extremos sobre la economía subrayan la necesidad de acciones inmediatas y efectivas en sostenibilidad”, afirmó.
Uno de los hallazgos más significativos es el impacto del auge de la inteligencia artificial (IA) en el consumo energético global. Los centros de datos, que son esenciales para esta tecnología, están registrando niveles de consumo energético altos.
La Agencia Internacional de Energía proyecta que el consumo de electricidad de estos centros alcanzará los 1.000 teravatios-hora (TWh) para 2026, lo que podría llevar a que generen hasta 2.500 millones de toneladas de emisiones de CO2 para 2030.
Empresas tecnológicas como Amazon, Google y Microsoft han comenzado a invertir significativamente en energías renovables para mitigar estos impactos. Google y Amazon, especialmente, planean operar exclusivamente con energía renovable en sus centros de datos para 2025, mientras que Microsoft apunta a lograrlo en 2030.
Sin embargo, de acuerdo con lo mencionado con el informe, la escasez de energía limpia en ciertas regiones obliga a algunos operadores a recurrir a fuentes tradicionales como el carbón, un dilema particularmente visible en Virginia, Estados Unidos, donde la demanda ha superado la capacidad renovable.
Para el caso puntual de Colombia, la consultora destacó que ha trabajado en evaluaciones de riesgos ambientales y sociales para la instalación de centros de datos, analizando permisos, normativas y oportunidades. Estos esfuerzos buscan garantizar un desarrollo responsable y sostenible de esta infraestructura clave en el país.
Innovación frente a la regulación
El informe también aborda el creciente escrutinio sobre las afirmaciones de sostenibilidad relacionadas con los plásticos. Con 400 millones de toneladas de desechos plásticos generados anualmente, la presión regulatoria ha impulsado tanto demandas legales como innovaciones en el sector.
Empresas como Walmart y Reynolds Consumer Products han enfrentado acciones legales por publicitar productos como “reciclables” sin bases técnicas suficientes, obligándolas a ajustar sus estrategias.
En respuesta, compañías como Unilever han revaluado sus compromisos. Aunque inicialmente planeaban reducir a la mitad el uso de plásticos vírgenes para 2025, ahora apuntan a un tercio para 2026, un cambio que podría resultar en 280.000 toneladas adicionales de residuos anuales.
En Colombia, la implementación de la Ley 2232 de 2022 marca un avance significativo al prohibir progresivamente los plásticos de un solo uso. Esta legislación, que contempla fases hasta 2030, busca eliminar artículos como bolsas, pitillos y utensilios descartables, promoviendo alternativas más sostenibles.
Los eventos climáticos extremos continúan intensificándose, generando pérdidas económicas significativas y mayores riesgos financieros. El Instituto de Investigación del Riesgo Climático de Potsdam estima que los costos del cambio climático podrían alcanzar los US$5.000 millones en los próximos años. Incluso un aumento de un grado Celsius en la temperatura global podría reducir el PIB mundial en un 12% en seis años.
La industria de seguros ha sufrido especialmente, enfrentando pérdidas anuales promedio de US$151.000 millones debido a desastres naturales. Como ejemplo, el documento menciona que para mitigar estos riesgos, empresas como Kraft Heinz y PepsiCo están invirtiendo en soluciones de resiliencia climática, incluyendo cultivos más resistentes y cadenas de producción con menor huella de carbono.
Para el caso puntual de Colombia, la Estrategia Climática de Largo Plazo Colombia (E2050) busca que el país sea resiliente al cambio climático para 2050, promoviendo una economía circular y carbono neutral, con énfasis en la seguridad hídrica y la conservación de la biodiversidad.
El informe también resalta la importancia de descarbonizar las cadenas de suministro mediante alianzas estratégicas. Empresas como DHL y H&M han adoptado soluciones innovadoras, como el uso de combustible de aviación sostenible y baterías térmicas, respectivamente, para reducir emisiones.
Sin embargo, las tensiones geopolíticas están alterando las cadenas de suministro globales. Gigantes como Intel y Tesla están reubicando operaciones fuera de China, mientras que nuevas normativas en EE.UU. buscan restringir el uso de componentes chinos en industrias clave.
En Colombia, la compañías han avanzado en reducir emisiones mediante estrategias como movilidad sostenible, eficiencia energética y economía circular, demostrando que es posible combinar desarrollo empresarial con sostenibilidad.
Empresas y sostenibilidad
Una encuesta realizada por ERM ha puesto en evidencia los principales obstáculos que enfrentan las empresas para avanzar en sus objetivos de sostenibilidad. Entre las barreras identificadas destacan la falta de incentivos financieros vinculados al desempeño en sostenibilidad, la desconexión entre la alta dirección y los gerentes operativos, y la baja participación de empleados en áreas clave como operaciones e infraestructura.
Los resultados revelan que la mayor barrera es la ausencia de incentivos financieros para directivos y empleados vinculados al desempeño en sostenibilidad, señalada por el 48% de los encuestados. En segundo lugar, el 43% mencionó el alto costo o la falta de disponibilidad de tecnología adecuada y el 41% indicó la insuficiencia de regulaciones estrictas como un impedimento significativo.
Estos hallazgos reflejan la necesidad de alinear los incentivos financieros con los objetivos sostenibles, fomentar la colaboración entre los distintos niveles de la organización y mejorar el acceso a tecnologías asequibles. Además, resaltan el papel crucial de los marcos regulatorios para impulsar cambios efectivos.
Se observa una diferencia de percepción entre los niveles jerárquicos. Los ejecutivos de alto nivel tienen una opinión más positiva sobre el desempeño de sostenibilidad de sus organizaciones en comparación con los gerentes, ya que el 56% afirma que su empresa está logrando avances significativos frente al 48% de los gerentes.
También es más probable que reporten altos niveles de participación profesional en las iniciativas de sostenibilidad (61% frente al 45%). Sin embargo, los gerentes identifican con mayor frecuencia la falta de integración de los objetivos de sostenibilidad en los planes operativos como una barrera clave, con un 37% frente al 28%.
Fuente: PORTAFOLIO