Dirigir la mirada a Tumaco con innovación y desarrollo económico

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Por: Merlin Patricia Grueso - Consiliaria y Profesora de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario

Febrero 16, 2025 En los últimos años, he tenido el privilegio de desarrollar proyectos de investigación sobre emprendimiento y generación de oportunidades económicas en Tumaco. Ha sido sin duda una experiencia transformadora en lo personal y en lo profesional. Allí, al igual que en muchos municipios y regiones de Colombia, su población se caracteriza por el deseo de progreso y desarrollo, a pesar de sus problemáticas estructurales. Deseo que se ha visto materializado en un sinnúmero de iniciativas de emprendimiento y desarrollo económico basados en la comunidad, que nutren la oferta de servicios y productos en el sector de la gastronomía, alojamiento y en general el turismo. 

Tumaco es conocida como “La Perla del Pacífico”, pero yo diría que es un diamante, por su dureza para enfrentar complejas situaciones alrededor del conflicto armado y el narcotráfico. Además de la pujanza y resiliencia de sus gentes, Tumaco cuenta en abundancia con recursos naturales, como los manglares, de los que se producen alimentos como cangrejos, pianguas, caracoles, jaibas, que favorecen el anidaje de aves. Cuenta también con recursos pesqueros, agrícolas y turísticos, que convierten ese territorio en un lugar propicio para el desarrollo económico a través del aprovechamiento de estas riquezas.

Pese a todo lo anterior, Tumaco es un lugar que debe superar varios desafíos. Según el Departamento Nacional de Planeación, el municipio cuenta con un déficit importante en conectividad e infraestructura (41 sobre 100); en la satisfacción de necesidades básicas (28 puntos frente a los 4 puntos a nivel nacional); en la superación de la pobreza con un índice de pobreza multidimensional de 54, comparado con el total nacional de 10; y un índice de desarrollo socioeconómico de 37 en contraste con el nivel nacional, que es de 74.

Respecto a los resultados de innovación, el Índice Departamental de Innovación para Colombia, evidencia que Nariño, cuya capital es Tumaco, se ubica en la posición 19 entre los 32 departamentos, con un puntaje de 23.22. Pero, al analizar la variable “Sofisticación en los Negocios”, ocupa las últimas posiciones, junto con el departamento del Chocó. En Nariño se requiere un mayor gasto privado y una mayor financiación en investigación y desarrollo.

En tiempos donde la innovación es un imperativo para el crecimiento y desarrollo empresarial y social, la cooperación se convierte en un instrumento apropiado para su aceleración en la medida en que se comparten conocimientos y recursos, que en ocasiones son escasos. En este sentido, sería interesante mantener instrumentos como los beneficios tributarios y estancias con propósito empresarial, que en años anteriores han servido para financiar actividades de I+D. Este tipo de instrumentos también fortalecerían la colaboración en investigación entre empresas y otras organizaciones de conocimiento, como son las instituciones de educación superior, los grupos de investigación y centros de investigación, por la vía de la financiación.

Por supuesto que la cooperación para la innovación trae sus propios desafíos.  Es necesario subsanar problemas de comunicación y coordinación, así como los posibles conflictos de interés y competencia y las barreras culturales y organizacionales. Nada que la ciencia y la práctica no puedan resolver a través de la creación de ambientes colaborativos. 

De hecho, recuerdo un caso exitoso que documenté hace ya varios años sobre una red de empresas del sector cosméticos, que a través de un cuidadoso esquema de cooperación, diseñado por investigadores de la Universidad del Rosario y financiado por Proexport, logró construir confianza y superar las barreras que surgen del trabajo colaborativo, implementando innovaciones en procesos, productos, en actividades de mercadotecnia y en la organización. Fue tan exitoso tal proceso de cooperación que, manteniendo la independencia de cada una de las empresas, constituyeron una red con vocación exportadora que además desarrolló un producto que inició proceso para ser patentado.

En definitiva, la cooperación para la innovación permite incrementar la eficiencia y reducir los costos de innovar y acelerar el desarrollo de nuevas tecnologías y productos. Con esto, todos los actores del sistema de ciencia y tecnología debemos enfocar la mirada a departamentos como Nariño y regiones como el Pacífico colombiano, que requieren acelerar sus capacidades para contribuir a su desarrollo económico y social.

Fuente: LA SILLA VACÍA